Educación para la felicidad y el altruismo
Estamos para compartir con los niños y jóvenes la idea de que se puede vivir felizmente aún en medio de las dificultades. Se trata de aprender a estar en el mundo libre de prejuicios y creencias irracionales que nos impiden o dificultan una mirada más fresca y espontánea de lo que nos toca vivir. Se trata de enseñar a los niños que el disfrute (la felicidad momento a momento) se puede tener leyendo un cuento, correteando en el recreo, atendiendo una clase, confrontando ideas, metiendo un gol o aprobando un examen.
De hecho los chicos tienen estas experiencias en el día a día, solo que no asumen que esto es FELICIDAD. Los adultos les hemos enseñado que la felicidad es algo concreto que se alcanza y se tiene o no. Nos toca hoy revertir esa idea y mostrarles que el camino que recorremos en el día a día está lleno de disfrutes, si queremos. Si somos capaces de vivir plenamente estos momentos, cada niño podrá hacer que otro niño sea feliz invitándolo a jugar o a estudiar o lo que fuere. Así, conectamos la experiencia de ser felices ayudando a los demás.
También es urgente e importante preparar a los chicos para sobrevivir a las experiencias dolorosas; es decir, enseñarles a apreciar los momentos felices pero también mostrarles la forma de aceptar dolor, vivirlo y luego soltar para de allí en más seguir abiertos a una nueva alegría.
Se trata de ayudar a los niños y jóvenes a despertar su mente al sufrimiento de sus semejantes y de ellos mismos, considerando que en esta era postmoderna lo que se elige usualmente ante la experiencia del dolor es la anestesia a partir de la recreación incesante o la negación del mismo. Se puede y se debe educar para la felicidad y el altruismo.
Colegio Christa McAuliffe